23 de março de 2006

Artigo publicado no Uruguai, aquando da morte do Zeca

Frente a la muerte del gran José Afonso, la reflexión de Jorge Bonaldi, publicada en el semanario Brecha, el 13/3/87.

Murió José Afonso
ZECA, LA REVOLUCIÓN Y LOS CLAVELES
Es difícil hablar del portugués José Afonso sin referirse a la revolución de abril del 74, tal vez porque nunca antes el momento insurreccional de un pueblo estuvo tan estrechamente ligado a la figura de un cantante popular. Y viceversa. Muchas veces ha sido narrada en prensa la anécdota de que una canción “Grândola Vila Morena”emitida en cadena por todas las radios portuguesas sirvió de contraseña para el alzamiento del Movimiento de las Fuerzas Armadas, integrado por militares de izquierda, y el apoyo inmediato del pueblo, que el 25 de abridle 1974 acabó incruentamente con más de cuatro décadas de dictadura salazarista en Portugal. Precisamente José Afonso era autor e intérprete de aquella canción, hoy inmortal, que fue señal para que tanques y pueblo ganaran la calle liquidando un sistema de terrorismo de Estado tan ignorado como inconcebible.

La revolución de abril “fue hecha sólo con claveles, por eso fue derrotada desde fuera y saboteada desde dentro” según nos lo refieren testigos presenciales de la época. Sin embargo, el nombre de José Afonso continuó creciendo en el tiempo hasta transformarse en el símbolo civil de una revolución originada en los cuarteles.

Pero José Afonso fue (y es) mucho más que todo eso. Artista de talla sin par, renovador, cantante notable e investigador de la música de su pueblo, nexo fundamental entre la tradición folclórico-rural y la nueva música, impulsor de la “canción de intervención” (denuncia), figura iluminadora de la Música Popular Portuguesa (MPP), movimiento musical que no tiene parangón en toda Europa Occidental, por su calidad, su diversidad y proyección de avanzada.

Extraemos de un reportaje que le fuera realizado por Daniel Viglietti el 26 de enero de 1983:

Ha sido (la MPP) un movimiento muy importante porque ha sido subversivo. Ha penetrado en los cuarteles, en todas partes. Nosotros transmitimos clandestinamente en Argel, en Guinea, para los militares y eso tuvo importancia para el golpe del 25 de abril”. (1)

Por desgracia, Portugal ha sido siempre un país aislado, ignorado y despreciado por la Europa desarrollada. Y por ende lo han sido su música y sus nuevos compositores. Afonso fue quien más logró trascender fronteras físicas y las que imponía la venta oficialista de estampitas de folclore decorativo hechas con el “fado”, auténtica expresión del pueblo portugués pero manoseada y manipulada hasta el cansancio con fines de explotación turística cuando no política del régimen Salazar-Caetano.

José “Zeca” Afonso nace en Aveiro, en 1929. Cantando fados y baladas llegará a adquirir renombre en Coimbra, ciudad universitaria donde es estudiante de historia y filosofía. Más adelante será doctor. Sus primeras grabaciones datan de 1957. Dos períodos de su juventud transcurridos en colonias lo vinculan a la música africana, de la que encontraremos huellas evidentes en su obra posterior. En 1967 regresa a Portugal y dicta clases en el Instituto, de donde la dictadura lo expulsa por su posición antifascista, que también se deja ver en sus nuevas canciones.

A partir de lo cual se suceden encarcelamientos, prohibiciones sistemáticas de cantar, de editar y difundir sus grabaciones y libros (que igual corren a través de la resistencia), desplazamientos controlados, penuria económica y un stress nervioso a causa de la persecución física e intelectual. Hay miedo de editarlo, a pesar de su innegable calidad. Por fin logra un acuerdo con el editor Arnaldo Trindade y puede componer, grabar e investigar con regularidad. Sus canciones denuncian abierta o veladamente los crímenes de la represión salazarista, satiriza los reveses militares en las colonias, narra episodios de la resistencia popular, caricaturiza el poder del clero y de la burguesía, sus textos amorosos se alternan con descripciones de la vida del pueblo, el drama de la emigración... Canta donde puede, realiza giras para emigrados y refugiados, se convierte en figura central de la resistencia popular.

“La intervención no puede ser directa. No lo puede ser en menosprecio de la calidad. Tiene que haber un ingrediente. Un componente lúdico muy fuerte, muy identificado con las energías de la tradición popular y además creativo. Tiene que ser siempre “para frente”. El clisé, el estereotipo es muy peligroso.” (2)

Llegará abril, “Grândola Vila Morena”, las banderas, los camiones y la historia más conocida. Entre sus temas posteriores, también encontramos coplas implacables contra la socialdemocracia, principal agente corruptor de la revolución portuguesa. Todas sus canciones, incluso hasta las que podrían tildarse de “panfletarias”, están signadas por una incomparable altura musical y poética.

Hasta tal punto fue incruenta la Revolución Portuguesa, que generó situaciones absurdas. Muchos puestos de poder continuaron detentados de un régimen a otro por elementos caetanistas, por ejemplo en la raioteledifusión. A cierta altura del proceso democratizador, “alguien” imparte la orden de difusión radial a rajatabla de las canciones más panfletarias de la MPP. Resultado: al cabo de un año se logra sobresaturación y desinterés total en el público hacia un movimiento que en realidad entrañaba sus mejores tradiciones culturales. Con la televisión fue distinto. Alegando el conocido “verso” de “falta de calidad, excesivo costo de producción, falta de representatividad, arte menor producido por y para minorías (3), al tiempo que comenzaba la escalada en la producción de lo mediocre, del mal gusto y del enlatado acéfalo”.

“Zeca” Afonso, pese a ser obviamente conocido, valorado y respetado en todo Portugal, tampoco pudo escapar a esa política criminal. Sólo en 1983, ante el estado público de su irreversible enfermedad, la televisión le confiere el ridículo espaldarazo de concederle una hora de programa especial, mutilándole un recital en el Coliseu dos Recreios de Lisboa en el que Afonso realizaba un resumen de su obra musical . (4)

“¿Y en esa situación actual de Portugal, frente a la que se puede producir un cierto desaliento en la población, es que la canción ha seguido jugando un rolde llamita, de chispa?” “Sí. Creo que nunca se ha terminado ese sentido de militancia política. Creo que la canción política ha pasado de una forma directa y un poco panfletaria -inmediatista, funcional, simplista, casi manifiesto político...se han cometido errores- a una faz un poco tecnicista, evolutiva, un poco esteticista, que es la que estamos viviendo ahora” (5).

Pocos días atrás, murió finalmente “Zeca”Afonso, aquejado de una enfermedad que destruía inexorablemente su musculatura. Sus cerca de 20 discos editados nos hablarán por siempre de una obra formidable y ejemplar.

Jorge Bonaldi


(1) Audición musical "Tímpano"
(2) Ídem.
(3) No, lector. No estamos hablando de Uruguay. Pero ¿verdad que lo parece? El entrecomillado pertenece a Mario Correia, ex integrante del Movimiento de las Fuerzas Armadas y director de la revista portuense "Mundo da cançao". Hoy (2003), al revisar esta líneas, me vuelve a rechinar otra similitud de situaciones: el desmedido apoyo que dio Radiotelevisión Española a "Operación Triunfo" en detrimento de la difusión de la verdadera canción española, la canción de autor, utilizándose casualmente los mismos argumentos que en el caso portugués por parte de las autoridades de RTVE, quienes sin dudas responden a intereses de políticas oficiales. ¿Casualidad?
(4) Presenciamos personalmente la emisión y también la indignación de sus colaboradores cercanos.
(5) Citado reportaje de Viglietti.

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